El día que me di cuenta de que estaba publicando 24/7 solo para testear qué tipo de contenido le gustaba a mi audiencia, qué me daba más alcance y más interacciones y no para decir lo que yo realmente quería decir, fue el día en el que decidí reducir el Fancyverso a cenizas y devolverlo a la vida como si fuese un ave fénix.

Llegó un punto en el que la cantidad de contenido, ideas sueltas y formatos obligatorios me estaban haciendo ruido en la cabeza.

Siempre me pareció un poco exagerado eso de estar agotado por publicar en redes, pero cuando empecé a experimentarlo entendí perfectamente de qué hablaban otr@s creador@s.

Quienes ya me conocen saben que estoy en redes hace 4 años. Tuve momentos de mucha actividad y otros tantos de ausencia por cosas de la vida, como mis otros trabajos. Pero este año, cuando renuncié a todo para montar definitivamente mi propio imperio del inglés, la cosa se puso más difícil. No por falta de presencia, porque estuve muy presente, sino por la dificultad para conectar. No solo con mi audiencia: conmigo misma como creadora.

Quizás fue rutina y agotamiento. Quizás mi público envejeció conmigo y ya no le interesaba lo que contaba. O quizás yo cambié tanto internamente que lo que estaba mostrando ya no tenía nada que ver con lo que quería que l@s demás vieran en el Fancyverso.

Desde principios de año, cuando hice el rebranding con ZEST (sí, sigan a ZEST si buscan diseño), supe que había algo que tenía que cambiar. No por estética, sino por motivos más profundos.

Sentía que mi comunicación no coincidía ni un poquito con lo que mis students encontraban en clase. Y teniendo en cuenta que mi marca es personal y educativa, eso generaba no un hueco, sino un cañón entre mi imagen en redes y lo que realmente pasaba en el Meet.

Lo que mis redes vendían era una creadora de contenido devenida en teacher soft, cuando en realidad soy irreverente, disruptiva, exigente, rigurosa, comprensiva, macanuda y chistosa.

La imagen institucional no está mal, pero no tiene nada que ver conmigo ni con mi negocio. Ya no soy la creadora de 2021 que abrió @fancyacuppaenglish para compartir datos del inglés. Soy dueña de un negocio: una mini academia online que llegó a todo el país y a lugares como Malta, Israel y Australia. Sí, uso mis redes para compartir lo que sé, pero también para llegar a quienes necesitan una mano para avanzar con su inglés y cumplir sus objetivos.

Durante mucho tiempo sentí que tenía que vender una versión profesional de mí que no era. Cuando solté esa idea, la desconexión con la audiencia se hizo sentir.

A partir de ahí intenté regenerar el vínculo con l@s Ciudadan@s del Fancyverso, pero se sintió como caer en un pozo cada vez más profundo. Ya no había conversación ni interacción como antes. Aun así, un grupito fiel se quedó. Y se sumaron nuevas personas. A ese grupito le estoy muy agradecida.

Con todo esto encima, seguí creando más y más hasta saturarme. Subía cosas para mantener engagement, alcance y métricas. Tenía que estar presente. Tenía que recordarles todo el tiempo que tenía algo para decir. Y en ese proceso me agoté… pero también me aburrí.

Lo que más me drenaba no era enseñar, sino encajar lo que quería decir en un formato que ya no sentía propio.

Soy creativa. Y el aburrimiento para mi creatividad es dinamita.

Después de cuatro años hablando de lo mismo y cada vez más seguido, necesitaba algo nuevo. Algo fresco, refrescante como ese vientito veraniego que te vuela las chapas mientras las olas saladísimas te mojan los pies. Quería volver a tener ganas de sentarme frente al monitor a crear.

Además, veía muchísimo contenido similar en redes. Todo igual, una masa uniforme de tips reciclados y contenido de valor redactado con IA. Nadie destacaba. Tod@s compitiendo por dos segundos de atención solo para vender algo. Hasta escribirlo me da escalofríos.

Así que me solté la correa y dejé volar mi creatividad. Me convencí de que si alguien conectaba conmigo, iba a conectar genuinamente. Me dio miedito, sí, pero había que hacerlo.

Decidí cortar de raíz con casi todo lo que había hecho desde el inicio para volver a crear con ganas, con mis propias manitos tecleando. Quería volver a escribir cosas profundas, sentidas, humanas. Quería un blog donde pudiera explayarme sin anuncios. Quería hacer una serie de videos que me reconectara con mi amor por la música, el cine, el guión y la producción audiovisual. Quería volver a hacer todo lo que siempre me gustó y compartirlo con quienes confían en que voy a mostrarles algo copado, interesante, inesperado. Quería dejar de hacer lo que “debería hacer una teacher en redes” para ser yo.

Esa fue la epifanía.

Mi nuevo medio de comunicación público va a ser El Observador del Fancyverso. Me encanta escribir y los podcasts no son mi onda. Acá voy a publicar material nuevo: material copado, no regurgitado.

Ya no va a haber contenido educativo como hasta ahora. A veces liberaré recursos gratuitos, pero no más vocabulario o tips de gramática. En su lugar: noticias del blog, novedades de cursos y recursos, memes y esas cosas que ya saben que me gustan.

Sacando todo del medio pude ver qué quería construir.

Y no es solo un cambio interno: para vos significa contenido de excelente calidad.

Esta nueva etapa me da vértigo, pero es la decisión correcta. Quienes quieran quedarse son bienvenid@s. A quienes se bajen, gracias por haber estado.

2026 va a ser el año de reconstruir el Fancyverso y comunicar con dedicación y amor por lo que hago, no por obligación.

Van a notar que volví a estar alineada con lo que enseño y hago. Que hay un cambio de tono, intención y energía. Que ya no intento gustar ni mantener presencia constante. Que estoy creando desde un lugar más honesto, divertido y mío. Y aunque no lo explique todo el tiempo, hay una dirección clara: menos ruido, más identidad, más foco, más profundidad.

Si esta versión del Fancyverso te manijea, acompañame a reconstruir este espacio. Quiero que quienes se queden lo hagan porque resuena lo que hago ahora, no lo que hacía hace cuatro años.

De paso cañazo: están abiertas las inscripciones para todos los cursos del Fancyverso. L@s espero con los brazos abiertos y muchas ganas de ayudarl@s a dejar de pelearse con el inglés para siempre.

Con cariño,

Maca

Reina del Fancyverso 👑